Las antiguas enseñanzas de la Total Perfección o Atiyoga, practicadas por siglos en la tierra nevada del Tíbet e introducidas recientemente en Occidente, nos ayudan a descubrir la respuesta a estas preguntas. Ellas presentan la esencia de nuestro ser como completamente pura y espontáneamente perfecta. Estas enseñanzas también nos proporcionan una vía para pasar desde el nivel de la mente ordinaria confusa al nivel más profundo de la consciencia primordialmente pura. En un plano relativo, pueden ayudarnos a superar miedos existenciales y a vivir una vida feliz y relajada.